Schiller Institute (ES)

19 de abril de 2025 (EIRNS) — Reproducimos enseguida la evaluación estratégica con la que abrió Helga Zepp-LaRouche la 98ª reunión semanal consecutiva de la Coalición Internacional por la Paz del viernes 18 de abril de 2025, así como los comentarios finales.  

Helga Zepp-LaRouche: En primer lugar, hola a todos. A solo dos días de la Pascua, el mundo está sumido en el caos y la confusión; es totalmente imposible decir dónde acabará todo esto. Solo puedo decir que mucho dependerá de la valiente actuación de las personas que se unen por la paz. Esperemos que a partir de mañana se celebren grandes marchas por la paz en muchas partes de Europa. Por favor, acudan a todas ellas. 

La situación, como he dicho, es muy cambiante; nada está decidido. La situación en Ucrania, para empezar, sigue siendo de extrema volatilidad, a pesar de que se realizan reuniones una tras otra. Ayer hubo una en París y hoy creo que en Londres o Bruselas. No ha salido nada definitivo. El gran tema que, en mi opinión, no solo interesa a quienes se preocupan por el futuro de Alemania, sino que debería ser motivo de preocupación para todo el mundo, es el hecho de que el probable o improbable próximo Canciller, Friedrich Merz, haya declarado hace una semana en una entrevista televisiva que desplegaría los misiles Taurus si así lo acordaran los aliados europeos. El gobierno británico se apresuró a manifestar su pleno apoyo a esta declaración. Sin embargo, hay un interrogante, dado que los misiles Taurus dependen de la inteligencia de Estados Unidos. La gran incógnita es si Trump seguirá adelante y permitirá que se proporcione inteligencia estadounidense a un posible despliegue de los misiles Taurus en Ucrania. 

Este misil, que tiene un alcance mayor que los misiles equivalentes de Francia y Gran Bretaña, alcanza más de 500 km y, por lo tanto, puede llegar hasta el interior del territorio ruso. Sin embargo, requiere ser operado por soldados alemanes. Por lo tanto, si se despliegan estos misiles Taurus, Alemania se convertiría en parte directa en la guerra. Esto lo ha destacado en los términos más enérgicos María Zajárova [portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia], quien dijo que esto es completamente una locura. Dijo que es lógica terrorista, una expresión de extremismo. El ex Presidente ruso Dmitri Medvédev fue aún más duro: dijo que si se llevaba a cabo la propuesta franco-británica de enviar tropas de “mantenimiento de la paz” a Ucrania, que serían tropas de combate, volverían en ataúdes. Medvédev ha hecho recientemente declaraciones muy duras. 

El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia comentó la conferencia de París con caricaturas inspiradas en las de la era soviética, en las que se ve a los generales de la OTAN con la boca abierta y sangre goteando de los dientes. Básicamente dicen que el eurofascismo vuelve 80 años después, como hace 80 años, como enemigo común de Moscú y Washington. Creo que cualquiera que no sea un completo ignorante de la historia, al escuchar ese lenguaje, en primer lugar, tiene que reconocer por qué vuelve a surgir desde Alemania esta amenaza de escalada de la guerra. ¿Qué es lo que hace que este tipo, Merz, sea un rusófobo tan absoluto, que no tiene ni idea de una solución diplomática y está tratando de escalar la guerra en un momento en que Estados Unidos y Rusia están tratando de llegar a un nuevo acuerdo entre ellos para poner fin a la guerra? Y, en ese contexto, ¿esperan también resolver la crisis de Ucrania? Así pues, esta idea de que hay algo despertando en Alemania que tiene una tradición de hace 80 o 90 años. Como pueden oír, soy alemana y estoy realmente muy preocupada, porque parece que hay al menos un sonambulismo de la opinión pública, que, al fin y al cabo, votó a Merz. La coalición demócrata cristiana (CDU) y social cristiana (CSU) se convirtió en el partido más votado en las últimas elecciones. Pero entonces, un día después de ser elegido, Merz dio un giro completo, rompiendo su promesa electoral de no relajar el freno al endeudamiento para el rearme, e hizo exactamente eso, y abrió la posibilidad de desatar un financiamiento ilimitado para el rearme no solo de Alemania, sino, junto con [Ursula] von der Leyen, de toda Europa. Así que hay una militarización en Europa que me parece realmente muy preocupante. 

La situación sobre el terreno en Ucrania sigue siendo extremadamente cambiante, a pesar del mentado alto al fuego, los ataques masivos con drones desde Ucrania contra Rusia y los posteriores ataques rusos contra objetivos ucranianos. Un dron ucraniano acaba de ser derribado a 300 metros de la central nuclear de Zaporiyia, lo que habría provocado un incidente nuclear de cierta gravedad. En general, la situación en Ucrania es completamente desesperada, porque ahora que el invierno está llegando a su fin, cabe esperar que Rusia lance de nuevo una campaña en primavera-verano. 

Comentan que no será una repetición de lo que ocurrió en el 2024. El fin de la guerra es claramente visible, dado que Ucrania se ha movilizado con todos los medios a su alcance, mientras que Rusia no ha llevado a cabo una movilización general todavía. La economía rusa está relativamente bien, gracias a las máximas exportaciones de petróleo y a la relativa debilidad del rublo. En general, la economía rusa está bastante bien. El principal obstáculo para Ucrania es el personal: han intentado reducir la edad de reclutamiento a 18 años, pero la gente no quiere ir al frente por razones obvias. Oficialmente han dicho que necesitan 30.000 nuevos reclutas cada mes, pero en los últimos dos meses solo se han alistado 500 personas. El frente ucraniano está operando al 40 %-50 % de su capacidad, mientras que las fuerzas rusas lo están haciendo al 80 %-90 %. Toda la estrategia ucraniana se basa ahora en los drones. Si Rusia fuera capaz de derribar la mayoría de estos drones, todo podría desmoronarse por completo. La situación sigue siendo extremadamente tensa, y los continuos esfuerzos de la mentada “coalición de los dispuestos”, Gran Bretaña, Francia, Alemania y algunos otros países como los bálticos, Polonia y los escandinavos, siguen siendo la punta de lanza de la escalada de esta guerra. 

El otro escenario importante, afortunadamente, se ha evitado lo peor, ya que varios medios de comunicación, entre ellos el New York Times, informan que el Presidente Trump se ha negado a dar el respaldo de Estados Unidos a un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán. Esto es obviamente muy importante, porque era la espada de Damocles que pendía sobre el mundo y que podía conducir a una nueva escalada hacia una guerra nuclear. Pero la situación en Gaza sigue siendo absolutamente terrible. La cúpula dirigente israelí está bloqueando cualquier ayuda humanitaria que llegue a Gaza. La gente está siendo desplazada de un lugar a otro. La matanza y la muerte continúan. El ministro de Defensa, Katz, dijo que no dan ayuda humanitaria porque Hamás la utilizaría como herramienta. Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad, dijo: “No se permitirá ni un gramo de comida o ayuda”, porque solo se utilizaría para continuar con el terrorismo de Hamás. El ministro de Cultura y Deportes, Miki Zohar, ha declarado que “lo único que llevaremos a Gaza es el infierno”. Esto supone una clara violación de la Corte Internacional de Justicia, que exigió que se prestara ayuda humanitaria a Gaza. 

También es una pequeña señal prometedora que el ministro de Defensa saudita haya estado recientemente en Irán y que las conversaciones en Omán entre Estados Unidos e Irán, tanto directas como indirectas, hayan ido aparentemente bastante bien. 

Creo que hay un par de señales prometedoras. Una es que todo parece que China y Brasil acordaron construir el Ferrocarril Bioceánico en América Latina, desde Brasil hasta Perú y el puerto de Chancay. Se trata de un gran avance para toda América Latina. Creo que hay esfuerzos concretos para aprovechar el 70º aniversario de la Conferencia de Bandung en una reunión en el Club Valdai, donde un importante grupo de personas está debatiendo la posibilidad de una Bandung 2.0. Así pues, hay señales de sensatez, al menos en los países de la mayoría global, pero, lamentablemente, en el mundo occidental o el norte global no se ven señales de este tipo. 

Por ejemplo, la Comisión Europea prohibió a los Estados miembros de la Unión Europea o a sus líderes participar en el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Moscú el 9 de mayo. Fico, de Eslovaquia, y Vucic, de Serbia, están desafiando esta decisión y afirman que irán independientemente de lo que diga la UE. El parlamento alemán (Bundestag) envió una carta oficial a todo tipo de instituciones en la que indica que los embajadores de Rusia y Bielorrusia no son bienvenidos el 8 de mayo, día de la celebración en el Bundestag, lo cual es una auténtica vergüenza. Lo que se celebra es la derrota de los nazis, así que ¿qué dice eso de que se excluya al país más importante que contribuyó a esa derrota, que fue la Unión Soviética o su sucesora, Rusia? Esto es una vergüenza para los alemanes que están haciendo esto. Solo puedo decir que es una catástrofe, porque es como una burbuja. Refleja que, por ahora, no veo que surja en Europa ningún líder competente que ponga fin a todo este espectáculo de horror. 

Creo que, dada la guerra arancelaria que ha desatado Trump, en la que ahora ha hecho una pausa de 90 días para todos los países excepto China, donde la guerra comercial se está intensificando. Estados Unidos ha impuesto aranceles del 145 % a las importaciones chinas; China está respondiendo con dureza con aranceles del 125 % a todas las importaciones estadounidenses en China. Además, China ha impuesto un bloqueo total al suministro de minerales e imanes de tierras raras, lo que afecta a toda la producción de instrumentos eléctricos en Estados Unidos. 

Como mínimo, esto provocará un aumento masivo de la inflación en Estados Unidos y, si no se puede evitar, posiblemente un gran desempleo y despidos en China. Por lo tanto, creo que nos encontramos en una situación general extremadamente peligrosa y dramática. Lo que hemos estado impulsando todo este tiempo, una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo que introduzca un paradigma completamente diferente en todo el debate estratégico, es en mi opinión la única manera de salir de esta situación. 

Sin embargo, eso requeriría que más personas den un paso al frente y expresen la voz de la razón. Uno de los objetivos de estas reuniones de la CIP cada semana, es tratar de ver si hay más personas sensatas que puedan superar las fricciones geopolíticas y los argumentos estúpidos basados en prejuicios ideológicos y formar un Concilio de la Razón integrado por personas preparadas para la siguiente fase de la especie humana y el desarrollo histórico que debemos alcanzar como especie, que es un nuevo paradigma en el que se supera la geopolítica. Este es mi comentario inicial.

Comentarios finales: 

Bueno, creo que nos encontramos en una encrucijada histórica sin precedentes. Ha habido cambios importantes en el pasado; imperios que surgieron y cayeron. Hubo nuevas alianzas, renacimientos, eras de tinieblas. Pero nunca en la historia, y pueden rebatirme si lo desean, nunca en la historia ha habido una situación en la que estuviéramos tan interconectados en lo que respecta a nuestro destino futuro. Xi Jinping siempre se refiere a esto como la comunidad compartida para el futuro de la humanidad, señalando el hecho de que tenemos un futuro, nos guste o no. Eso es muy diferente de si crees en el cristianismo, el comunismo, el marxismo, el socialismo chino con características chinas, o si eres liberal o lo que sea. ¡Tenemos un futuro! 

Y si este capítulo de la historia sale mal, no tendremos ninguno. No tienes que estar de acuerdo con nada más, pero si intelectualmente puedes darte cuenta de que el resultado de esta situación estratégica actual, si sale mal, es una guerra termonuclear general que, con una probabilidad del 99,99 %, eliminará toda la vida del planeta, porque habrá un invierno nuclear. Posteriormente, ni siquiera habrá un historiador, un periodista o lo que sea para investigar cómo pudo suceder. Eso es por lo que hay que empezar; eso es por lo que yo empiezo. Por eso digo que estoy dispuesta a hablar con gente que tenga ideas descabelladas sobre uno u otro tema, pero si podemos ponernos de acuerdo en que primero hay que asegurarse de que la especie humana se preserve y tenga un futuro, entonces podemos decir que no estamos de acuerdo con la energía nuclear, que no estamos de acuerdo con los detalles sobre cómo debería funcionar la economía o con cuestiones culturales. Podemos resolverlo todo, pero hay que partir de la base de que, si la gente supiera..., ahora lo hemos descubierto, aunque todavía no podemos confirmarlo al 100 %, Tucker Carlson dijo que, al final del mandato de Biden, el Pentágono estaba convencido de que estábamos un 50 % más cerca de una guerra nuclear si se desplegaban misiles de largo alcance en Ucrania. ¡Lo aceptaron! El Pentágono aceptó con un 50 % de probabilidad que se utilizaran armas nucleares, y una vez que se utiliza una, es muy probable que se utilicen todas. 

Yo diría que estas personas están clínicamente dementes, porque si se juega con la existencia de la especie humana, no se puede ser un ser humano mentalmente sano. En este sentido, no creo que haya cambiado nada con respecto al envío de los misiles Taurus. Si nos fijamos en las reacciones tan duras de diferentes funcionarios rusos ante la posibilidad de que se envíen los Taurus a Ucrania, ¿no nos sitúa de nuevo eso en un 50% de probabilidad de que se utilicen armas nucleares? No sé la respuesta a esa pregunta, pero no se puede descartar. Eso es en lo que debemos centrarnos primero. 

Asegurémonos de que hay suficiente presión internacional sobre Alemania y la Unión Europea. Trump debería abandonar la OTAN; eso sería lo mejor que podría pasar. Los europeos pueden lanzar todas sus bravuconadas, pero, afortunadamente, no son capaces de sustituir a Estados Unidos en el escenario militar en este momento, porque se necesitan años para fabricar el tipo de armas que quieren fabricar. Por lo tanto, si Trump abandona la OTAN, tiene todo mi apoyo. Y creo que todos deberíamos abandonar la OTAN, porque se ha transformado de una supuesta alianza defensiva en un organismo extremadamente agresivo, que se extiende por todo el mundo, hasta el Indo-Pacífico y cualquier otro lugar. Por lo tanto, ha perdido realmente su razón de ser y debería ser sustituida por una nueva arquitectura de seguridad que tenga en cuenta los intereses de todos los países del planeta, porque de lo contrario acabaremos en la Tercera Guerra Mundial. 

Con estas ideas, quiero invitarlos a que se movilicen, especialmente con la Coalición Internacional por la Paz, con el Instituto Schiller, porque tenemos mucho por hacer.