Schiller Institute (ES)

29 de marzo de 2025 (EIRNS) — A continuación reproducimos la evaluación estratégica con la que inició Helga Zepp-LaRouche la reunión #95 de la Coalición Internacional por la Paz, el pasado viernes 28 de marzo de 2025. 

Helga Zepp-LaRouche: Sí, hola a todos. La situación estratégica mundial es muy confusa para la mayoría de la gente, porque casi todos los días se produce algún giro y cambio importante, que hace que la gente se frote los ojos y diga: “El mundo se mueve en tantas direcciones diferentes, ¿cómo podemos encontrarle sentido?”. Así que pienso que es importante anteponer las prioridades de la importancia de los acontecimientos, y entonces todo encajará en su sitio. 

La situación mundial toda sigue caracterizada absolutamente por el cambio que se introdujo después de que el Presidente Trump se mudara a la Casa Blanca, y en especial después de que comenzara a normalizar las relaciones con Rusia. Esto fue una refutación completa del régimen anterior, en el que el orden neoliberal había intentado contener a Rusia, para mantener de alguna manera el orden mundial unipolar basado en reglas. Eso fue completamente trastornado por el Presidente Trump. Mientras ciertas cosas han ido evolucionando, ahora hay claramente un esfuerzo para tender una trampa estratégica al Presidente Trump; para descarrilar sus esfuerzos con Rusia y sus esfuerzos para conseguir un acuerdo pacífico sobre la crisis de Ucrania. 

¿Por qué decimos esto? Ahora se habla cada vez más en Washington en particular, pero también en otros lugares, sobre un ataque de decapitación inminente de Estados Unidos contra Irán. El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, exigió el 23 de marzo que Irán abandonara por completo su programa nuclear; es decir, potencialmente incluso el programa nuclear civil o se enfrentaría a las “consecuencias”. Obviamente hay informes de que Netanyahu le dijo al gobierno de Trump que sería posible “decapitar” completamente a Irán sin una guerra total, con tan solo utilizar el modelo de cómo Israel desmanteló Hezbolá o lo debilitó gravemente en el Líbano; cómo el gobierno de Assad fue reemplazado rápidamente en Siria; y lanzar un cambio de régimen en Irán para instalar un régimen que sería más amigable con Estados Unidos u Occidente en general. 

Obviamente esto sería una catástrofe porque causaría estragos por completo en todo el sudoeste de Asia; haría subir los precios del petróleo, aumentaría el precio de la gasolina a 7 o 10 dólares el galón. En realidad podría desencadenar un colapso financiero completo y de esa manera crear el tipo de inestabilidad que arruinaría el esfuerzo del Presidente Trump para enderezar la relación con Putin y Rusia. Ese es el verdadero objetivo de toda esta operación. 

Hay señales muy preocupantes. El portaaviones USS Carl Vinson ya está en ruta hacia el suroeste de Asia. Hay otros dos portaaviones que se están preparando para el despliegue, aunque no se ha anunciado su destino. Ahora mismo hay una clara señal de que esto puede estar en preparación, y por ejemplo, el ex congresista Dennis Kucinich envió una carta abierta al Presidente Trump, en la que le advierte que esto es exactamente lo que va a ocurrir. 

Esto no se puede mirar como algo separado de los esfuerzos de los europeos para sabotear las discusiones sobre Ucrania en Riad, Arabia Saudita, entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia (donde parece que se han hecho lentos progresos moderados) porque el Presidente Macron en una reunión de la mentada “Coalición de los Dispuestos”, que acaba de ocurrir hace dos días en París, con la presencia del Primer ministro Keir Starmer del Reino Unido y de Zelenski, junto con un total de 30 países representados. El resultado fue que la Coalición de los Dispuestos ahora quiere enviar tropas francesas y británicas no a la frontera de Rusia, sino como una “fuerza de seguridad” dentro de Ucrania. Eso es bastante ridículo, como admiten incluso medios noticiosos occidentales como Reuters, ya que el ejército británico es una broma y que enviar miles de tropas es completamente inviable. 

Sin embargo, es una maniobra muy asquerosa, porque al meter tropas ahora dentro de Ucrania, donde Rusia ya había dicho que esto es absolutamente inaceptable; que no permitirán las dizque “fuerzas de paz” de los países de la OTAN. Obviamente, se trata de adelantarse a una derrota total del ejército ucraniano, que parece estar cada vez en peor forma. El Presidente Putin ha dicho muy claramente que Rusia está en condiciones de poner fin militarmente al conflicto, si el enfoque diplomático no funciona. Pero en realidad hay mucho más en juego que la mera situación de Ucrania; se trata del esfuerzo histórico por reconciliar la relación entre las dos mayores potencias nucleares del mundo. 

Esto ha causado una reacción muy dura por parte, entre otros, del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, que criticó duramente el comportamiento ucraniano; dijo que están mintiendo todo el tiempo, incluso en las discusiones en Riad. Pero luego se lanzó contra esta última maniobra europea; dijo que obviamente están actuando en la tradición de Napoleón, de Hitler; y antes de la guerra de Crimea; y eso es naturalmente algo bastante fuerte, hacer este paralelismo con Hitler y Napoleón. Pero esto es lo que está claramente en la mente de los rusos, porque cada vez que ven la posibilidad de que tanques europeos se acerquen a su frontera, les viene a la memoria especialmente la Gran Guerra Patria. El tono se ha vuelto bastante sorprendente. En el mismo discurso, Lavrov dijo que el hecho de que el ministro de Defensa de Alemania Pistorius, la presidente de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el vicecanciller Habeck de Alemania, digan que nunca van a querer restaurar los gasoductos Nord Stream, significa que o están enfermos o son suicidas. Suicidas sin duda para la economía europea. 

Por lo demás, sólo puedo decir que la histeria bélica en Alemania es increíble. La población normal con la que hablamos todos los días porque somos organizadores, está horrorizada. Ven que se están sacando cientos de miles de millones de dólares ¿para qué? ¿Para el rearme de Ucrania, para la militarización de Europa y de Alemania, en un momento en que las infraestructuras se derrumban? Hace sólo unos días cerraron el puente principal de la autopista central de la ciudad de Berlín, provocando un caos de tráfico total. Y eso después del colapso del puente Carola en Dresde, y muchas otras situaciones similares. Así que la gente dice: “¿Por qué no gastan el dinero en infraestructura? ¿Por qué nos rearmamos?” Y, por cierto, gran parte de ese dinero va a parar de nuevo al complejo militar-industrial estadounidense, lo que, además de todo lo demás, molesta enormemente a la población porque se enfrenta a enormes recortes. 

Del mismo modo, la población en Estados Unidos está reaccionando muy fuertemente contra Trump. No sé si él se ha dado cuenta de eso hasta ahora, pero hemos estado hablando con algunas de las personas del núcleo MAGA, y están igualmente horrorizadas. Dicen: “Trump prometió poner fin a todas estas guerras extranjeras. Por qué ahora estamos bombardeando Yemen de nuevo?”. Así que la situación es muy volátil. 

Como parte de todo esto, hay un intento de decapitar al gobierno de Trump, no solo creando una trampa para atraerlos a la guerra contra Irán, sino también tratando de tumbar a las personas clave que Trump ha puesto en el cargo para combatir al Estado Profundo. En especial al vicepresidente J.D. Vance, a la directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, al director del FBI Kash Patel y al director de la CIA Ratcliffe. Ahora exigen que se les responsabilice por haber sido descuidados con información de alto secreto y haber utilizado este canal de chats Signal, supuestamente seguro, para discutir el bombardeo de Yemen. Obviamente no era seguro, porque el jefe de redacción de la revista Atlantic pudo colarse en él. Esto parece una operación típica del Estado Profundo. 

Esto es casi como una carrera por quién llegará primero, porque el Presidente Trump al mismo tiempo ha publicado todos los archivos del FBI sobre la operación del “Rusiagate” que le hicieron en su primer gobierno, y eso naturalmente va tras los culpables que fueron responsables de eso. Por lo tanto, es una carrera extremadamente caliente, y sólo se puede decir que realmente hay que conocer la historia, hay que conocer el papel del imperio británico, y entender lo que realmente está en juego aquí. Que es, que el nuevo orden multipolar que defiende Trump, no es aceptado por las fuerzas del viejo sistema neoliberal. De eso se trata la guerra. 

Eso significa que tenemos que aportar un enfoque completamente diferente, que es la idea de que tenemos que catapultar absolutamente todo el debate estratégico a un nivel superior: un Nuevo Paradigma, una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo que tenga en cuenta los intereses de cada país, porque solo así podremos resolver los conflictos regionales, ya sea en Ucrania o en el suroeste de Asia. Estos son mis comentarios iniciales.