Conferencia Internacional en línea del Instituto Schiller
¡El mundo necesita la visión de paz de JFK!
Sábado 10 de junio de 2023
10:00 am (hora Este de EU); 4:00 pm (hora central europea)
-- Con interpretación simultánea al español --
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El 10 de junio de 1963, ocho meses después de la Crisis de los Misiles Cubanos de octubre de 1962, y asomándose al abismo de la autodestrucción termonuclear, el Presidente John F. Kennedy pronunció un discurso histórico-mundial en la American University. Dijo: “La guerra total no tiene sentido en una era en la que las grandes potencias pueden mantener grandes fuerzas nucleares relativamente invulnerables y negarse a rendirse sin recurrir a esas fuerzas... No tiene sentido en una época en la que los venenos mortales producidos por un intercambio nuclear serían transportados por el viento y el agua y la tierra y las semillas hasta los rincones más remotos del planeta y hasta las generaciones aún no nacidas”.
Casi 60 años después, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, declaró: “Mientras que la consecuencia de la Crisis de los Misiles Cubanos fue el reconocimiento de la posibilidad de coexistencia pacífica de dos grandes potencias, ahora, durante las últimas décadas, Washington se ha propuesto subvertir a Rusia, ponerla de rodillas, o aún más: desmembrarla en varios principados separados”. Por otro lado, Londres y Washington han rechazado las propuestas de paz de China y otras naciones para Ucrania. Peor aún, China y Taiwán serán el próximo teatro en el que se provocará una guerra mundial.
En el último mes, se han lanzado ataques dementes con drones directamente sobre Rusia, incluso sobre el propio Kremlin. Estos ataques proceden, bien del régimen desquiciado de Zelenski, o bien de fuerzas especiales de la OTAN disfrazadas de “luchadores por la libertad anti Putin” que cuentan con el “apoyo pasivo” de las instituciones militares y de inteligencia de Londres y Washington. Cualquiera que sea su origen, son criminalmente dementes y deben ser detenidos.
Ninguna nación tiene derecho a llevar al mundo al borde de la aniquilación; todos los ciudadanos del mundo tienen no sólo el derecho, sino la obligación de actuar contra semejante locura. Esto no puede hacerse mediante la guerra. Como dijo Martin Luther King en su oposición a la guerra de Vietnam: “La elección ya no es entre la violencia y la no violencia. La elección es entre la no violencia y la no existencia”.
Helga Zepp-LaRouche escribió un “Llamado urgente de ciudadanos e instituciones de todo el mundo al (próximo) Presidente de Estados Unidos!” que dice: “Hoy nos enfrentamos a una situación estratégica mucho más peligrosa que la del momento más álgido de la crisis de los misiles cubanos; los sistemas de armas ofensivas de la OTAN están mucho más cerca de la frontera de Rusia de lo que Cuba está de Estados Unidos. El poder destructivo de las armas de la OTAN es mucho mayor, el tiempo de advertencia antes de su lanzamiento es más corto, y la confianza entre los mandatarios de las grandes potencias nucleares es prácticamente inexistente, comparada con la que había entre Kennedy y Jruchov. El Boletín de los Científicos Atómicos fijó el reloj del día del juicio final en 90 segundos antes de la medianoche, y puede que eso sea demasiado optimista”.
Por lo tanto, el Instituto Schiller hace un llamado a todas las fuerzas en su sano juicio que ya están proponiendo caminos hacia la paz inmediata, o que están dispuestas a hacerlo, para que convoquen el 10 de junio, en el 60 aniversario del “Discurso de la Paz” de JFK en la American University, una asamblea internacional de los pueblos del mundo para deliberar sobre lo que Helga Zepp-LaRouche ha llamado “Diez principios para una Nueva Arquitectura de Seguridad y Desarrollo” y sobre lo que todos y cada uno de nosotros debemos hacer para conseguirlo. Como dijo John F. Kennedy en la American University: “Nuestros problemas están creados por el hombre, por lo tanto, pueden ser resueltos por el hombre. Y el hombre puede ser tan grande como quiera. Ningún problema del destino humano está más allá de los seres humanos. La razón y el espíritu del hombre han resuelto a menudo lo aparentemente irresoluble, y creemos que pueden hacerlo de nuevo".
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