Schiller Institute (ES)

"Aunque considero que no debemos dejar de prestar atención al peligro que aumenta a diario, también está claro que si actuamos con decisión, hay esperanzas de que podamos revertir la situación".

— Helga Zepp-LaRouche

18 de marzo de 2024 — El viernes 15 de marzo se llevó a cabo la 41ª reunión de la Coalición Internacional por la Paz (CIP), en la que se presentó un interesante contraste, que podría llamarse "disonancia", entre la desesperación y la esperanza. Por un lado, varios participantes transmitieron un sentimiento de abatimiento debido a la impresión de que la Coalición Internacional por la Paz y el movimiento pacifista en general están atrapados en una "caja de resonancia", en la que pocas personas de la población general "captan el mensaje". Por otra parte, muchos participantes informaron de iniciativas interesantes diseñadas precisamente para salir de esa "caja de resonancia" y construir una mayor base de apoyo al proceso de la CIP. A juzgar por los comentarios de varios ponentes, también es evidente que existe una creciente revuelta en el Sur Global contra la arrogancia de la hegemonía occidental y los siglos de políticas coloniales que han empobrecido a sus naciones y destruido las esperanzas y los sueños de sus pueblos.

Helga Zepp-LaRouche dio inicio a las deliberaciones con una evaluación estratégica que puso de manifiesto esta creciente revuelta del Sur Global y los efectos que está teniendo en las capas políticas de Occidente. Fue muy importante el llamado reciente del Papa Francisco a Ucrania para que tenga el valor de negociar un acuerdo de paz con Rusia. En Estados Unidos, el jefe de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, pidió el 14 de marzo desde el hemiciclo del Senado la dimisión del Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y la convocatoria de nuevas elecciones en Israel, afirmando que Netanyahu no está contribuyendo a la seguridad israelí al convertir a Israel en un Estado paria. En Berlín, en una conferencia de prensa conjunta del Canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el Primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, este último fustigó a Scholz a propósito del genocidio en Palestina, acusándolo esencialmente de racismo. En Dinamarca, el embajador de la Autoridad Palestina, el profesor Dr. Manuel Hassassian, en una entrevista que ofreció al Instituto Schiller, respaldó el Plan Oasis de LaRouche para el desarrollo económico de toda la región.

Zepp-LaRouche subrayó en su discurso introductorio que la amenaza de una guerra nuclear no ha disminuido en lo absoluto. Dejó claro que sólo hay esperanza de paz, si se cambian los axiomas subyacentes que llevan a soluciones geopolíticas que continuamente conducen al fracaso y al peligro de guerra, y se adopta un nuevo paradigma de desarrollo ejemplificado por el Plan Oasis.

El siguiente ponente, el coronel (r) Richard Black, ex jefe de la División de Derecho Penal Ejército en el Pentágono, calificó la dinámica histórica actual de "acercamiento a nuestro momento de 1914", refiriéndose a los acontecimientos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial y provocaron la muerte de 14 millones de personas. Se refirió a diversas maniobras políticas que se están llevando a cabo en Europa y Estados Unidos, en donde ve la aparición de un "consenso de guerra" con la posibilidad de que las tropas de la OTAN entren en conflicto directo con Rusia. "Esto es la Tercera Guerra Mundial", dijo. A pesar de la imposibilidad de que Ucrania gane la guerra, las "élites" occidentales están decididas a "arrebatar la victoria de las fauces de la derrota... lo que conducirá inevitablemente a un intercambio nuclear".

Terry Lodge, abogado de Ohio y miembro de larga data de Veteranos por la Paz, habló de la carta abierta del que es autor, en la que advierte a los funcionarios del Departamento de Estado de que están implicados en actividades delictivas al proporcionar armas a Israel para llevar a cabo el genocidio contra los palestinos. En su intervención inicial expresó con acierto la "disonancia" del período actual:

"A pesar de lo oscuros y difíciles que han sido los últimos dos años desde el punto de vista de los derechos humanos internacionales y de la guerra, lo que ha ocurrido es que los ciudadanos del planeta se están congregando en reuniones como ésta, para hablar con sensatez y racionalmente, y volver a tomar conciencia del hecho de que la humanidad está luchando y tratando de proporcionar criterios de conducta para el comportamiento humano a nivel de sociedad y nacional".

Calificó el hecho de que el gobierno de Biden esté armando a Israel de "comedia macabra y oscura", pero cree que "hay grietas que se están produciendo en esta fachada; que personas como tantos de ustedes en esta reunión de Zoom pueden atribuirse parte del mérito" de haber provocado esas grietas.

Richard Sakwa, profesor emérito de Política Rusa y Europea en la Universidad de Kent (Reino Unido), comenzó su intervención con un análisis de las elecciones rusas que estaban en marcha. El profesor Sakwa se refirió a una entrevista realizada por Dmitry Kiselyov, conocido personaje de los medios de comunicación rusos, al Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que éste expresaba su convencimiento de que la " danza de vampiros occidental" está llegando a su fin y que 500 años de dominio occidental han terminado. Putin considera que ha comenzado una nueva época y que Rusia, como en la época soviética, es el líder de la nueva era anticolonial. Con respecto a Ucrania, Putin dijo:

"Para nosotros, el conflicto de Ucrania es una cuestión de vida o muerte. Para ellos [Estados Unidos y la OTAN], es un asunto encaminado a mejorar su posición táctica en el mundo y en Europa. Si Estados Unidos intenta jugar a quien se echa para atrás primero, Moscú está preparado para utilizar armas nucleares y considera que su arsenal es más avanzado que el de cualquiera".

La evaluación de Sakwa es que la situación estratégica actual es mucho más peligrosa que la de la primera Guerra Fría. Esencialmente, Occidente está jugando a ver quien inicia el conflicto nuclear y, como dejó claro Putin, los rusos no juegan a ese juego.

Zepp-LaRouche le preguntó al profesor Sakwa, dada la gravedad de la situación: ¿Qué hay que hacer para "calar en la corriente dominante de la población a la que le han lavado el cerebro?". Aunque Sakwa no tenía una respuesta definitiva, señaló como signo de esperanza el movimiento pacifista de Sahra Wagenknecht en Alemania y la elección de George Galloway en el Reino Unido.

Zaher Wahab, destacado afgano-estadounidense y profesor emérito de Educación en el Lewis and Clark College de Estados Unidos, comenzó dando las gracias al Instituto Schiller por sus incansables esfuerzos en favor de la humanidad para promover la paz y el desarrollo en todas partes. El profesor Wahab expresó su convicción de que, debido a las "profundas crisis económicas, político-diplomáticas, morales y sociales" de Occidente, mientras el Sur Global continúa su ascenso, esto aumenta el peligro de una guerra nuclear. Respaldó el Plan Oasis y pidió con entusiasmo que se extendiera a Asia Central y Meridional.

Jack Gilroy, miembro de Veteranos por la Paz y de Pax Christi, anunció una iniciativa muy importante: El 18 de marzo, Pax Christi, en colaboración con una coalición llamada "Cristianos por una Palestina Libre", encabezan una jornada nacional de acción para entregar cartas a todos los senadores y representantes de Estados Unidos sobre la ausencia de las iglesias cristianas a la hora de pronunciarse sobre las atrocidades en Gaza.

En su discurso de clausura, Helga Zepp-LaRouche hizo hincapié en que el enemigo de la humanidad no son los Estados nacionales, sino lo que ella denominó "estructuras supranacionales"; estructuras del sistema financiero neoliberal que dependen de la guerra para mantener su existencia. Respaldó plenamente la jornada de acción del 18 de marzo y sugirió que la Coalición Internacional por la Paz se movilice para participar en las manifestaciones del 1º de Mayo en Europa y en otros lugares. También instó a todos a animar a los parlamentarios de todo el mundo a respaldar la carta del diputado mexicano Robles contra la guerra nuclear.

Zepp-LaRouche concluyó destacando la urgente necesidad de poner en marcha la nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, "porque echa por tierra la idea de la geopolítica, al anteponer la idea de Una Humanidad, y que la nueva arquitectura tiene que tener en cuenta el interés de todos y cada uno de los países del planeta".

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Consulta las reuniones anteriores de la Coalición Internacional por la Paz en:

Coalición Internacional por la Paz (larouchepub.com)