Coalición Internacional por la Paz:

¡Iniciar ya las negociaciones de paz para evitar una guerra nuclear!

4 de julio de 2024 — La Coalición Internacional por la Paz (CIP) emitió el siguiente llamado hoy 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, con la exhortación a que se suscriba y se circule en todo el mundo:

Coalición Internacional por la Paz: ¡Iniciar ya las negociaciones de paz para evitar una guerra nuclear! 

4 de julio del 2024 — Nosotros, los abajo firmantes, recibimos con beneplácito la renovada iniciativa de paz del Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, tal y como fue presentada en su discurso en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia el 14 de junio del 2024. Instamos a que se inicie de inmediato un proceso diplomático, a pesar del actual estado de hostilidades entre la OTAN y Rusia en Ucrania. 

El tiempo apremia. Cualquier nueva escalada aumenta el peligro de que la conflagración actual se convierta en una guerra a escala regional, o incluso en una confrontación termonuclear, y ello mucho más rápidamente de lo que cabría imaginarse. Para que esto no ocurra, debemos seguir este consejo: “Nunca negociemos por miedo. Sin embargo, nunca tengamos miedo de negociar. Dejemos que las dos partes exploren los problemas que nos unen, en vez de insistir en los que nos dividen”. 

Estas palabras del Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, fueron retomadas por su adversario, el mandatario de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, en una carta que le escribió al Presidente Kennedy: “He participado en dos guerras mundiales, y sé que la guerra sólo termina cuando se ha abierto camino a través de ciudades y pueblos, llevando muerte y destrucción a su paso”. Ese ha sido el saldo innecesario de esta guerra, una guerra que pudo haber concluido hace más de dos años, a finales de marzo del 2022. En lugar de ello, gracias a la intervención claramente documentada de Boris Johnson, del Reino Unido, y de la OTAN, se echó por tierra la propuesta de paz que ya se había negociado entre Rusia y Ucrania. A consecuencia de ello, cientos de miles de vidas se sacrificaron innecesariamente. 

La propuesta de Putin del 14 de junio del 2024 es la oportunidad que tiene el mundo de retomar el camino correcto. Podría ser el primer paso en la creación de una nueva arquitectura estratégica internacional, que sustituya a la ya difunta estructura “unipolar” posterior a 1989/1991. Esta iniciativa de paz del 14 de junio es sucesora de una serie de intentos de paz fallidos, saboteados, pero persistentes, como se documentó abiertamente al mundo en la conclusión e intento de aplicación del acuerdo de Minsk-2 en el 2015, así como en la voluntad de negociar incluso después del inicio de la Operación Militar Especial de Rusia, el 24 de febrero del 2022. Se vio en el tratado de marzo del 2022 que iniciaron los representantes oficiales rusos y ucranianos, pero que nunca se adoptó debido a la intervención imperial de Boris Johnson. 

Aquí declaramos, categóricamente, que el objetivo de desmembrar Rusia utilizando el conflicto de Ucrania como trampolín para un cambio de régimen allí, es claramente una empresa de dementes en la era de las armas termonucleares. En vista del sufrimiento causado por la guerra y la agresión, y del peligro de que este conflicto se convierta en una Tercera Guerra Mundial, un apoyo amplio a esta iniciativa es una manifestación importante de la voluntad de supervivencia de la gente racional. 

El belicismo y los llamados a derrotar a Rusia, impulsados por el afán de lucro y la venganza, se basan en el supuesto erróneo de que el teatro de la guerra, incluida la guerra nuclear, puede ser limitado. Sin embargo, éste no fue el caso ni en la Primera ni en la Segunda Guerra Mundial. Con las capacidades militares actuales, que pueden alcanzar cualquier objetivo en el mundo en el menor tiempo posible, esa suposición de “guerra limitada” evidencia un error garrafal de apreciación de la realidad de nuestro tiempo. Los que piden la guerra y se oponen a las negociaciones creen erróneamente que pueden tener una oportunidad segura de sobrevivir. En una guerra termonuclear, no hay escondite alguno. 

Repetimos: instamos a que se inicie de inmediato un proceso diplomático, a pesar del actual estado de guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania. Con este fin, instamos a la Rada ucraniana a que anule la orden que impide las negociaciones directas con Rusia. Apoyamos plenamente la construcción de una nueva arquitectura de seguridad para Europa y, de hecho, para el mundo entero. Instamos a las partes beligerantes, y a quienes desempeñan funciones de apoyo, a que se reúnan y actúen de buena fe para negociar una paz duradera basada en relaciones económicas mutuamente beneficiosas entre los países implicados. 

En específico, recomendamos dar los siguientes pasos: 

Primero; que comiencen las conversaciones iniciales, basadas en la propuesta de paz que presentó Rusia el 14 de junio del 2024. 

Segundo; sobre la base de los avances realizados en esas conversaciones iniciales, procurar que se acuerde lo antes posible declarar un cese al fuego en el conflicto. 

Tercero; una vez que se hayan establecidos por escrito los términos de un cese al fuego acordado, reforzar y fortalecer la confianza mediante una nueva arquitectura económica, que incluya a fuerzas ajenas al conflicto que han presentado diversas propuestas para avanzar hacia la paz. 

Con relación a estas negociaciones, no solo debemos recordar sino volver a comprometernos con las lecciones de la Paz de Westfalia que puso fin a la Guerra de los Treinta Años: una paz duradera exige que se tenga en cuenta “el interés del otro”, y de todos los demás, para el caso. “Ningún problema del destino humano está más allá de los seres humanos”. Esa fue la convicción de Kennedy y Jrushchov, que como mandatarios se enfrentaron a un momento en el que, juntos, habrían podido destruir toda la vida humana, quizá para siempre. Sin embargo, negociaron y la humanidad prevaleció. Hoy nos encontramos, quizá no todavía en ese mismo lugar, pero sí muy cerca de él. Y no debemos fallar.

  • Coronel (r) Lawrence B. Wilkerson; ex Asistente Especial del Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos; Ex Jefe de Gabinete del Secretario de Estado de Estados Unidos.
  • Scott Ritter; ex inspector de armas de la ONU; ex oficial de inteligencia de la Infantería de Marina de Estados Unidos.
  • Coronel (r) Richard H. Black; ex jefe de la División de Derecho Penal del Ejército de Estados Unidos en el Pentágono.
  • Kirk Wiebemiembro de Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS por sus siglas en inglés); ex analista principal de la Agencia de Seguridad Nacional. También es socio de Bill Binney en la prevención de delitos de la comunidad de inteligencia. 
  • Dr. Clifford Kiracofeex funcionario principal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y presidente del Instituto de Washington para la Paz y el Desarrollo.
  • E. Martin SchotzMD, miembro del Comité del Discurso por la Paz de John F. Kennedy.
  • Muhammad Salim Akhtar; director nacional de la Alianza Musulmana Estadounidense.
  • Alessia Ruggeri; sindicalista, Italia.
  • Claudio Giudici; presidente de Unitaxi, sindicato nacional de taxistas, Italia.
  • Lorin Peters; Pax Christi, Norte de California, moderador, organizó a 12-15 compañeros de capítulo para firmar la "Carta abierta al Papa"
  • Carolyn Bentley; Pax Christi, Dallas, Texas
  • Nelson Borelli; profesor retirado de Psiquiatría de la Universidad Northwestern de Evansville II
  • Helga Zepp-LaRouche; fundadora del Instituto Schiller.

Para más información, escríbenos a [email protected]

Consulta las reuniones anteriores de la Coalición Internacional por la Paz en:
Coalición Internacional por la Paz (larouchepub.com)


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